Necesitamos sangre 
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Con el plasma que donas haces posible que personas enfermas con pocas defensas y riesgos altos de padecer infecciones muy graves, puedan recibir sus tratamientos.

Cuando una persona ha sufrido grandes quemaduras o un accidente grave, la transfusión de plasma ayuda a detener hemorragias y recuperar el volumen sanguíneo.

En algunos casos, el enfermo solo precisa de alguna de las proteínas que contiene el plasma. Entonces, estas se extraen del plasma sanguíneo del donante y se elaboran medicamentos personalizados, denominados "hemoderivados" que no pueden fabricarse de manera artificial.

El proceso

La donación solo de plasma o "plasmaféresis" consiste en extraer sangre, separar las células sanguíneas mediante un separador celular, retener el plasma y devolver el resto al donante por la misma vía.

La donación dura unos 45 minutos.

Como el plasma es en su mayor parte agua, la recuperación del donante es muy rápida y las donaciones pueden ser más frecuentes. Se puede donar plasma cada 15 días.

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El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre.

El tratamiento consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante anónimo.

Cada año 6.400 personas son diagnosticadas de leucemia en España, muchas de las cuales necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. Solo 3 de cada 4 no tendrá un familiar compatible y de ahí surge la necesidad de promover este tipo de donación.

En Cantabria tenemos casi 4.000 potenciales donantes censados. Solo debes gozar de buena salud y tener entre 18 y 55 años.

El proceso

La información sobre la donación es densa y requiere una lectura relajada, ya que es un proceso complejo y que implica riesgos.

Una vez inscrito como donante voluntario de médula ósea estarás a disposición para dar “progenitores hematopoyéticos” (células madre de la sangre) a cualquier persona del mundo que lo necesite.

Tendrás que firmar un consentimiento informado y la extracción de una pequeña muestra de sangre para determinar la histocompatibilidad.

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Hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan un trasplante, pero la lista de espera es demasiado larga y muchos no llegan a tiempo.

La única forma de resolver este problema es ser donante de órganos y animar a otros a que también lo sean; cuantos más donantes haya, mayor será el número de vidas que podrán salvarse recortándose la lista de espera.

La Hermandad de Donantes de Sangre se ocupa, desde 1985, de la distribución de los Boletines de Inscripción a todas aquellas personas que quieren ser donantes de órganos (córneas, corazón, hígado, pulmón, riñones, etc.) en el caso de que, a su fallecimiento, pudieran ser utilizables.

El proceso

Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida serlo.

Sin embargo, es necesario que su fallecimiento acontezca en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Solo aquí es posible preservar los órganos y hacer las pruebas necesarias para una correcta valoración de cada potencial donante.

Si quieres obtener más información acude a la Hermandad o pincha en este enlace.